ORLAN... (they were trying to keep me cute)

ORLAN... (they were trying to keep me cute)

ORLAN…(they were trying to keep me cute)

¿Por qué es importante seguir pensando en el cuerpo como un espacio crítico?

Autor: Fausto Gracia

En su texto “Definir lo indefinible” María del Mar Agudelo (2008) hace mención sobre cómo el despliegue tecnológico ha permitido a diversos pensadores “definir la actualidad como la época del bricolage corporal, del cuerpo como algo indecible, imprevisible y aleatorio”, es decir, “...las posibilidades de hacerse un cuerpo son diversas…”, poniendo en evidencia esta noción occidental del objeto de estudio inmutable y su reconocimiento solamente a partir de los procesos socioculturales.  Pero esto sin duda no es un tema que se encuentra en sus primeras búsquedas, la relación entre la humanidad y las tecnologías ha sido simbiótica, incluso en la modificación de los cuerpos como parte de los rituales de identidad cultural en el mundo entero. En ese sentido la utilización de las tecnologías y la creencia de que estas nos ayudarán a superar las condiciones propias del ser humano, sus límites carnales e incluso la muerte, nos lleva al concepto de “Transhumanismo”, término acuñado por Fereidoun M. Esfandiary alrededor de 1960. En este punto es importante acotar el término y tomar en cuenta algunas consideraciones; en su artículo Transhumanismo: las implicancias éticas y filosóficas tras el deseo del mejoramiento humano, Ximena Cortes (2021), cita al Dr. Julio Torres Meléndez, Director del Programa de Magíster en Filosofía de la Universidad de Concepción, en Chile, quien hace una distinción entre transhumanismo cultural (o posthumanismo) y transhumanismo biotecnológico. Para el investigador, el primero de los conceptos es una idea filosófica acerca de la superación de nuestra idea tradicional de la humanidad, a través de la modificación radical de nuestro pensamiento antropocéntrico, de nuestros valores, de nuestras categorías sexuales o de nuestras instituciones y paradigmas.

El transhumanismo biotecnológico, en cambio, es una idea filosófica acerca de la superación de nuestra idea tradicional de la humanidad, pero sobre la base de la manipulación o instrumentalización de nuestra dotación biológica. (Cortes, 2021). Para Antonio Dieguez en su libro Transhumanismo (2017) lo piensa como una filosofía de moda “la utopía del momento” propia de la época postmoderna. Y nos menciona lo siguiente “el discurso transhumanista nos dice que la ciencia ficción es en el fondo un género realista de la literatura y como la investigación puede ya poner en nuestras manos lo que hasta ahora parecía el producto de la imaginación desbordada de los artista”. Como bien lo menciona Dieguez, la imaginación y las búsquedas desbordantes de los artistas han sido un impulso constante por entender las relaciones entre el hombre (en sentido genérico) y las implicaciones del devenir de los cuerpos no solo desde un ámbito biológico, social, cultural, sino también a través de la ciencia y la tecnología.

Como referente ante estos planteamientos encontramos el trabajo de la artista francesa Orlan (Saint-Etiénne, 1947) quien ha colocado su propio cuerpo como el medio para la reconfiguración de este espacio de disputa fuera de las matrices establecidas, cuestionando los cánones de belleza dominantes a partir de cirugías estéticas realizadas en ella misma durante los años ochenta y noventa del siglo pasado. Al día de hoy ya no modifica físicamente su rostro y cuerpo, la transformación es interna, a través de la utilización de la tecnología, en este momento cuenta con implantes que traducen cualquier lengua en el mundo y le permite una interacción directa sin intermediarios. A este respecto y ante una aparente superación del discurso artístico de Orlan en el devenir actual, no sólo de manera conceptual sino también desde la técnica, y el avance en función de intervenciones estéticas, es necesario ahondar en el análisis de su trabajo y ver por encima de las primeras impresiones de ser “víctima de la compulsión y el trastorno mental”, como ella lo mencionaba: “le ruego al público ver más allá del asco y el pavor”. 

No podemos obviar las relaciones de poder que sus propias performance evidencian o negaban mantener, ejemplo de ello la  participación activa en todo el proceso de las intervenciones quirúrgicas; ella decidía sobre cada corte que se realizaba en su cuerpo, estando consciente en cada una de ellas, es decir, las cirugías se ejecutaban sólo con anestesia local, replanteando la relación jerárquica entre el médico y la paciente. Se menciona que en una ocasión despidió a uno de sus doctores porque quería “mantenerla bonita” (they were trying to keep me cute) cuando esto no era parte de su proyecto. Por lo tanto, la experiencia corporal se vuelve ineludible, “el impacto no está en la belleza, sino en los borbotones de sangre, en la piel que recuerda su condición elástica, en la perforación de las capas que separan el exterior del interior del cuerpo”

Es más que claro que la búsqueda de Orlan fue cuestionar y salir del canon de belleza desde un imaginario social occidental y estereotípico, pero este planteamiento no fue ordinario, no dio respuesta sólo a una pregunta en términos estéticos o artísticos, puso sobre la mesa de operaciones y sobre las galerías de arte en donde se retransmitían sus operaciones la posibilidad de construir un cuerpo otro, a partir de los alcances de la propia tecnología, es decir, en el límite de estos medios se plantea una nueva forma de construir un imaginario social de belleza, o incluso salir de él. Nos propone la posibilidad de encontrar en el exceso, en la compulsión y patologización psiquiátrica la opción de una estética distinta, otras identidades puestas en escena, fuera incluso de los sistemas de género y especie. 

Es en este punto, en el exceso y lo patológico (visto y entendido claramente como un dispositivo de control),  que las posibilidades son infinitas, llevando al cuerpo y la psique a sus límites desde múltiples aristas, y es también en estas condiciones que los juegos de poder se ven reflejados, los mecanismos de control se hacen más evidentes y se difuminan las funciones del cuerpo como capital humano; es por ello que aún con la popularización de estas intervenciones estéticas, los múltiples reality shows sobre modificaciones corporales y la hiper documentación en redes sociales sobre estos procesos, encontramos en el discurso de esta artista un claro sentido de resistencia que ha perdurado en el tiempo y que actualiza los supuestos sobre el cuerpo como un espacio crítico y de disputa. Es entonces que entendemos el discurso de Orlan como un proceso vivo, que se modifica y se encarna desde distintas subjetividades, transversalizadas por privilegios y/o sesgos sociales, políticos y económicos, que van más allá de la propia artista, convirtiéndola en una experiencia con características específicas que le permitieron disputar estos espacios.

Bibliografía.

  • Avignolo. L. M. (2021). Depresión Covid: por qué es inédita y cómo el coronavirus nos afectará a largo plazo. Clarin. Bs. Argentina. Recuperado de
  • https://www.clarin.com/sociedad/depresion-covid-inedita-pandemia-afectara-largo-plazo_0_JBqTAwxXW.html
  • Garcia. C. N. (2020). La dictadura sanitaria por el coronavirus y la vigilancia corporativa generalizada. La jornada. México.
  • Mapeo del cuerpo https://territorioyfeminismos.org/metodologias/mapear-el-cuerpo-como-territorio/
  • Agudelo. M. T. (2008). Definir lo indefinible: El papel de las tecnologías de construcción corporal en las problemáticas sobre el cuerpo como territorio en disputa. https://www.redalyc.org/pdf/860/86011529008.pdf
  • Cortes. O.X. (2021). Transhumanismo: las implicancias éticas y filosóficas tras el deseo del mejoramiento humano. https://www.diarioconcepcion.cl/humanidades/2021/01/10/transhumanismo-las-implicancias-eticas-y-filosoficas-tras-el-deseo-del-mejoramiento-humano.html
  • Dieguéz. A. (2017). Transhumanismo: La búsqueda tecnológica del mejoramiento humano. Herder Editorial, 2017
  • Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2014). «cíborg». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa.
  • Barba. S. (2017). La cirugía plástica como performance. Orlan. Letras Libres. Recuperado de https://www.letraslibres.com/mexico/arte/la-cirugia-plastica-como-performance-orlan

Contacta al autor

Fausto Gracia

fg.faustogracia1@gmail.com

https://faustogracia.wixsite.com/fgracia

Dejar un comentario

Su dirección de correo electrónico no se publicará.